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2022-10-22 20:01:47 By : Mr. Zoncen DG

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Tome la excursion interactiva de la Casa con Moho o mire la versión de texto.

Las fuentes de contaminación interior que liberan gases o partículas en el aire son la causa principal de los problemas de calidad del aire interior. Hay muchas fuentes de contaminación del aire interior, desde los materiales de construcción y los limpiadores domésticos hasta los contaminantes biológicos, como los ácaros del polvo y la caspa de las mascotas. A continuación, presentamos algunos de los contaminantes más comunes del aire interior, y los enlaces donde puede encontrar información adicional sobre cada uno de ellos.

Aprenda las tres estrategias básicas para mejorar la calidad del aire interior: control de fuente, ventilación y filtros de aire

El asbesto es una fibra mineral que se encuentra en la roca y el suelo. Debido a la fuerza de su fibra y a su resistencia al calor, se ha utilizado en una variedad de materiales de construcción para el aislamiento y como retardante de fuego. El asbesto se ha utilizado en una amplia gama de productos manufacturados, sobre todo en:

Las concentraciones elevadas de asbesto en el aire pueden producirse cuando los materiales que contienen asbesto son cortados, lijados u en otras actividades de remodelación. Los intentos inadecuados de eliminar estos materiales pueden liberar fibras de asbesto en el aire de las viviendas, aumentando los niveles de asbesto y poniendo en peligro a las personas que viven en ellas.

Obtenga más información sobre el asbesto

Los contaminantes biológicos son, o son producidos por, seres vivos. Los contaminantes biológicos se encuentran a menudo en zonas que proveen alimento y humedad o agua. Los contaminantes biológicos incluyen bacterias, virus, caspa de animales y saliva de gatos, polvo doméstico, ácaros, cucarachas y polen. Hay muchas fuentes de estos contaminantes. Al controlar el nivel de humedad relativa en una casa, se puede minimizar el crecimiento de algunas fuentes biológicas. Por lo general, se recomienda una humedad relativa del 30 al 50 por ciento en los hogares. El agua estancada, los materiales dañados por el agua o las superficies húmedas también sirven de zona de reproducción para los mohos, los hongos, las bacterias y los insectos. Los ácaros del polvo doméstico, fuente de uno de los alérgenos biológicos más potentes, crecen en ambientes húmedos y cálidos.

Los niños, los ancianos y las personas con problemas respiratorios, alergias y enfermedades pulmonares son especialmente susceptibles a los agentes biológicos en el aire interior que causan enfermedades.

El moho, los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas y los excrementos o partes del cuerpo de las plagas pueden desencadenar el asma. Los contaminantes biológicos, incluidos el moho y el polen, pueden provocar reacciones alérgicas en una parte relevante de la población.

Aprenda cómo puede reducir la exposición a los contaminantes biológicos

El monóxido de carbono es un gas inodoro, incoloro y tóxico. Como es imposible ver, saborear u oler los gases tóxicos, el CO puede matarle antes de que usted se dé cuenta de la presencia del monóxido de carbono en su casa. El CO puede venir de diversos aparatos de combustión, como estufas de gas, hornos o barbacoas. El CO puede acumularse rápidamente en el interior de la vivienda y puede permanecer durante horas en la misma y, a niveles elevados, puede causar daños severos e incluso la muerte.

El formaldehído es un producto químico importante utilizado ampliamente por la industria para fabricar materiales de construcción y numerosos productos domésticos. También es un subproducto de la combustión y de otros procesos naturales. Por lo tanto, puede estar presente en concentraciones significativas tanto en el interior como en el exterior de su vivienda.

El formaldehído puede causar irritación de la piel, los ojos, la nariz y la garganta. Los niveles elevados de exposición pueden causar algunos tipos de cáncer.

Más información sobre el formaldehído

La materia particulada (también se le conoce como PM o contaminación por partículas) son una mezcla compleja de partículas sólidas y/o líquidas suspendidas en el aire. Estas partículas pueden variar en tamaño, forma y composición. Una vez inhaladas, las partículas pueden afectar al corazón y a los pulmones y, en algunos casos, causar graves efectos en la salud.

Las partículas que se encuentran en el interior incluyen partículas de origen externo que migran al interior y de partículas que se producen de fuentes interiores. Las partículas en interiores pueden iniciarse al cocinar, debido a las actividades de combustión (incluyendo el prender velas, el uso de chimeneas, el uso de calentadores sin ventilación o de queroseno, el consumo de cigarrillos) y por algunos pasatiempos. Las partículas en interiores también pueden ser de origen biológico.

Más información sobre materia particulada en interiores.

El plomo se reconoce como un contaminante ambiental nocivo desde hace tiempo. El plomo es peligroso para los niños específicamente porque sus cuerpos en crecimiento absorben más plomo que el de los adultos y sus cerebros y sistemas nerviosos son más sensibles a los efectos dañinos del plomo. Los bebés y los niños pequeños también pueden estar más expuestos al plomo porque a menudo se llevan a la boca las manos y otros objetos que pueden tener plomo del polvo o la tierra. Los niños también pueden estar expuestos al plomo al comer y beber alimentos o agua que contengan plomo o de platos o vasos que contengan plomo, al inhalar polvo con plomo de la pintura con base de plomo o de la tierra contaminada con plomo o al jugar con juguetes con pintura de plomo. Antes de que se supiera lo perjudicial que podía ser el plomo, éste se utilizaba en la pintura, la gasolina, las tuberías de agua y muchos otros productos.

En la actualidad, la pintura vieja a base de plomo es la fuente más significativa a la exposición al plomo en los Estados Unidos. La exposición al plomo puede ser perjudicial cuando la pintura a base de plomo se retira incorrectamente de las superficies mediante el raspado en seco, el lijado o en incendios con llama abierta. Las altas concentraciones de partículas de plomo en el aire de los hogares también pueden ser el resultado del polvo de plomo procedente de fuentes exteriores, incluyendo la tierra contaminada que se arrastra al interior, y del uso del plomo en determinadas actividades en los interiores, como la soldadura y la fabricación de vidrieras.

Para saber más sobre el plomo, cómo proteger a su familia o encontrar información para los contratistas, visite:

El moho forma parte del entorno natural. En el exterior, el moho o los hongos  desempeñan un papel en la naturaleza al descomponer la materia orgánica muerta, como las hojas caídas y los árboles muertos, pero en el interior, el crecimiento del moho debe evitarse. El moho puede empezar a crecer en el interior cuando las esporas de moho se posan en superficies que están húmedas. Hay muchos tipos de moho, y ninguno de ellos crece sin agua o humedad.

El moho  no suele ser un problema en el interior, a menos que las esporas de moho caigan en un lugar húmedo o mojado y comiencen a crecer. El moho  tienen el potencial de causar problemas de salud. El moho  produce alérgenos (sustancias que pueden causar reacciones alérgicas), irritantes y, en algunos casos, sustancias potencialmente tóxicas (micotoxinas).

Aprenda a limpiar los problemas de moho en las viviendas y a prevenir su crecimiento.

Los dos óxidos de nitrógeno más frecuentes son el dióxido de nitrógeno (NO2) y el óxido nítrico (NO). Ambos son gases tóxicos, siendo el dióxido de nitrógeno (NO2) un oxidante altamente reactivo y corrosivo.

Las principales fuentes en el interior son los procesos de combustión, tales como:

El NO2 actúa principalmente como un irritante que afecta la mucosa de los ojos, la nariz, la garganta y las vías respiratorias. La exposición a dosis extremadamente altas del NO2 (como en un incendio de un edificio) puede provocar una edema pulmonar y una lesión pulmonar difusa. La exposición continua a altos niveles de NO2 puede contribuir al desarrollo de bronquitis aguda o crónica. La exposición a niveles bajos de NO2 puede causar:

Conozca las medidas que puede tomar para reducir su exposición y la de su familia, visite

Los pesticidas o los plaguicidas son productos químicos que se utilizan para matar o controlar las plagas, que incluyen bacterias, hongos y otros organismos, además de insectos y roedores. Los plaguicidas son intrínsecamente tóxicos. Se venden en forma de aerosoles, líquidos, barritas, polvos, cristales, bolas y nebulizadores. Los plaguicidas se clasifican como compuestos orgánicos semi - volátiles e incluyen una variedad de productos químicos en distintas formas.

Es importante leer siempre la etiqueta antes de utilizar cualquier plaguicida. Si tiene que utilizar un plaguicida, recuerde siempre almacenarlo según las indicaciones de la etiqueta y fuera del alcance de los niños y los animales domésticos.

Control de plagas y uso seguro de pesticidas para consumidores.

El radón es un gas radiactivo natural que puede provocar cáncer de pulmón tanto en los no fumadores como en los fumadores. El radón no se puede ver ni oler. Las pruebas de radón son la única manera de conocer su nivel de exposición. El radón puede tener un gran impacto en la calidad del aire interior.

Conozca los datos sobre el radón.

El humo de segunda mano (o tabaquismo pasivo) es una mezcla del humo que se desprende de la combustión de los productos del tabaco, como los cigarrillos, los puros o las pipas, y el humo que exhalan los fumadores. El humo de segunda mano también se denomina humo ambiental de tabaco (ETS, por sus siglas en inglés).

El humo de segunda mano está clasificado por la EPA como carcinógeno del grupo A, que contiene más de 7,000 sustancias. La exposición al humo de segunda mano suele producirse en interiores, especialmente en los hogares, donde el humo de segunda mano puede circular entre las habitaciones de una casa y entre las unidades de apartamentos, y en los vehículos.

Los efectos del humo de segunda mano sobre la salud de los adultos no fumadores y de los niños son perjudiciales y numerosos. El humo de segunda mano provoca enfermedades cardiovasculares (cardiopatías e infartos), cáncer de pulmón, síndrome de muerte súbita del lactante, ataques de asma más frecuentes y graves, y otros problemas de salud graves.

Más información sobre el humo de segunda mano y las formas de protegerse a usted y a su familia.

Los compuestos orgánicos volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés) se emiten como gases provenientes de ciertos sólidos o líquidos. Los VOCs incluyen una variedad de sustancias químicas, algunas de las cuales pueden tener efectos adversos en la salud a corto y a largo plazo. Las concentraciones de muchos VOCs son generalmente más altas en el interior (hasta diez veces más) que en el exterior. Los VOCs son emitidos por una amplia gama de productos que incluyen miles.

Las sustancias químicas orgánicas se utilizan ampliamente como ingredientes en los productos domésticos. Las pinturas, los barnices y la cera contienen disolventes orgánicos, al igual que muchos productos de limpieza, desinfección, cosméticos, desengrasantes y productos usados en pasatiempos.

Conozca las medidas que puede tomar para reducir la exposición a los VOC.

El humo se compone de una compleja mezcla de gases y partículas finas y microscópicas que se producen cuando la madera y otras materias orgánicas se queman. La mayor amenaza para la salud del humo de leña proviene de las partículas finas (también llamadas materia particulada). Son lo suficientemente pequeñas como para entrar en los pulmones, donde pueden causar bronquitis, neumonía, asma u otras enfermedades respiratorias graves. Las partículas finas también pueden agravar las enfermedades crónicas del corazón y de los pulmones, y están relacionadas con muertes prematuras en personas con estas enfermedades crónicas.

Muchas estufas viejas de leña conocidas como “pot-bellied” se siguen utilizando para proporcionar calor y fuego para cocinar en las comunidades tribales; pero también pueden estar emitiendo humo de leña que es perjudicial para la salud de todos los que se exponen a él, especialmente los jóvenes y los ancianos. Para evitar estos inevitables riesgos para la salud y obtener la mayor eficiencia y eficacia de las nuevas estufas de leña con tecnología de combustión más limpia, se recomienda sustituir gradualmente las estufas viejas o "reemplazarlas".

Reemplazar las estufas de leña requiere una inversión financiera; sin embargo, existen programas que proporcionan ayuda financiera y fabricantes que ofrecen descuentos. Los resultados de la sustitución hablan por sí mismos, con mejoras en la salud de los niños y la comunidad, la seguridad del hogar, la visibilidad y la calidad del aire interior.

Las estufas de leña certificadas por la EPA funcionan de forma más eficiente y limpia. Para más detalles, visite el sitio EPA’s Burn Wise Website. El “Burn Wise” es un programa de la EPA que promueve la importancia de quemar la madera adecuada, de la manera correcta, en el aparato adecuado.